El ICBF atiende un dramático caso que se presenta en la ciudad, con tres pequeños niños, cuya madre no solo es consumidora de alucinógenos sino que también es portadora del virus del VIH. Se busca garantizar los derechos de los menores y la salud de la madre. En abril de este año el ICBF atendió en Cartago el caso de unos niños que se encontraban desprotegidos, sin padre y bajo el cuidado de su madre que tenía problemas de consumo de alucinógenos. La coordinadora del ICBF Diana Suárez Poso señala que en primera medida el ICBF no deja los niños en cuidado de padre sustitutos ni en instituciones, sino que se busca dejarlo en el medio familiar, por lo cual el defensor de familia procede a ubicar a los niños con una tía materna que ofreció las condiciones para atender a los niños. Sin embargo, hace unos días se conoce una nueva denuncia y se constata que de nuevo los menores estaban con su mamá y en la ciudad de Cartago. Bienestar familiar asumió de nuevo el caso a través de la defensoría de familia. El caso de estos menores que atiende el ICBF es demasiado grave, si se tiene en cuenta que a los problemas de drogadicción de la señora, se suma también que es portadora del virus del VIH y que posiblemente uno de los niños también lo sea. Los menores de 9 meses, 5 y 9 años, hoy están en un hogar sustituto a la espera de que se les defina su suerte. Las autoridades buscan que se les respete sus derechos y que puedan tener un futuro mejor.