La prórroga por un año del contrato de concesión del servicio de alumbrado público en la ciudad de Cartago, no para de generar reacciones.

Una posible extralimitación de funciones por parte del alcalde Carlos Andrés Londoño Zabala, la falta de gestión por parte de Diselecsa para hacer el cobro, la incongruencia en el monto de la deuda que reclama el concesionario y lo que reconoce Empresas Municipales, entre otros, son los  temas que son objeto de análisis y discusión.

Como se recordará este año se venció el contrato de concesión del alumbrado público que por acuerdo 010 del 21 de mayo de 1997, se había firmado con la empresa Diselecsa por 20 años;  y cuando la comunidad esperaba que se abriera una nueva licitación, el ejecutivo decidió prorrogar por un año dicha concesión con el argumento de que Emcartago le adeuda a Diselecsa más de 3.400 millones de pesos y que por ese motivo no se podía liquidar el contrato.

Esta decisión del burgomaestre generó controversia especialmente en el concejo municipal. La presidenta de la comisión de presupuesto Yaneth Quintero por ejemplo, advirtió que el alcalde se habría extralimitado en sus funciones pues debió consultar al concejo antes de autorizar la prórroga, además porque la deuda genera muchas dudas en su monto.

Para Diselecsa Emcartago le debe por concepto de recaudo más de 3.400 millones de pesos, pero de acuerdo con el agente interventor José Uriel Patiño, la empresa considera que la deuda es por la mitad, es decir 1.756 millones, pues Diselecsa está cobrando unos intereses que por ley no se pueden causar a partir de la intervención de la Súper intendencia de salud.

Al respecto Víctor Manuel Espinosa, concejal liberal, señaló que la prórroga no es justificable pues las partes sabían de la existencia de la deuda y no se hicieron las gestiones correspondientes para saldarla. El también concejal Andrés Mauricio Marín cuestionó la decisión de prorrogar el contrato por un año más y advirtió sobre el papel que juegan los entes de control en este caso.

De acuerdo con el ejecutivo, durante el año de prórroga Emcartago deberá ponerse al día con Diselecsa, lo que para algunos de los concejales es una tarea imposible, por la situación de la entidad y porque aún las partes no se ponen de acuerdo en cuál es en realidad el monto de la deuda.

Una vez se termine el año de prórroga, la intensión del municipio es abrir una nueva licitación para la prestación del servicio de alumbrado público.