A un hogar de paso fue enviada una menor que fue sorprendida la semana pasada cuando vendía algunos comestibles impregnados de sustancias alucinógenas al interior de una reconocida institución educativa de la ciudad de Cartago. El caso fue conocido de inmediato por la policía de infancia y adolescencia que en compañía del instituto colombiano de bienestar familiar iniciaron la investigación sobre la responsabilidad de la menor y la posible injerencia en el caso de una banda dedicada al microtráfico. 
Cap. Paulo Perdomo, Cmte. Policía Cartago nos comenta que es un caso de la Policía de Infancia y Adolescencia, los cuales de forma inmediata se dirigen al colegio para detener a la menor de 14 años que portaba dulces (chocolatinas o pasteles) con una sustancia alucinógena y enviarla a un hogar de paso del ICBF. Para la veedora en salud Emma Lucía Vélez, estos casos se presentan por la falta de cuidado de los padres de familia y por las normas que no permiten, bajo el pretexto de proteger los derechos de los menores, que se vigile y castigue a quienes incurren en este tipo de delitos, que representan un peligro para la juventud. 
Emma Lucía Vélez, Veedora en Salud nos explica que las leyes colombianas no permiten que se requisen a los menores de edad; pero los padres si pueden verificar que sus hijos no estén metidos en actos ilícitos. Hizo un llamado a los directivos de las instituciones educativas y a los padres de familia para que se ejerza un mayor control sobre los menores, hablando con ellos, verificando sus acciones y dándoles castigos cuando se los merezcan.