En un momento en el que los precios en los mercados internacionales del café no son los mejores, la cooperativa de cafetaleros del norte del Valle explora nuevas alternativas para las familias que en medio de los esfuerzos luchan por sobrevivir de la producción del café. Es por eso que marcas como el café Bahareque y sus variedades Torra y Tatamá, comienzan a posicionarse en los mercados nacionales e internacionales como solución a la crisis que desde hace años afecta a los caficultores del norte del Valle.
Julián A. González, Gte. Cafenorte nos explica que la estrategia de comercialización sectorizó la zona con dos marcas que son Torre y Tatamá que definen un estilo único en el sabor del café. Estos cafés, son el resultado de los procesos de tecnificación a partir de las variedades tradicionales para darle al producto un toque diferente y así por medio de procesos se generen unos atributos en tasas especiales para nuestros cafés. Y es que aunque el norte del Valle es ideal para la producción de cafés de alta calidad, aún se necesita mucho apoyo de parte de las alcaldías y la gobernación, para lo cual se podría aprovechar el proyecto del paisaje cultural cafetero de la Unesco.
Cafenorte inició el proceso solo y actualmente se ha unido con las alcaldías de los municipios de: Cartago, El Águila, Ansermanuevo, Ulloa, Obando y la gobernación para alcanzar nuevos mercados tanto nacionales como internacionales, buscando el beneficio de los productores. La producción de cafés especiales espera convertirse en la redención de los caficultores del norte del Valle.
En la sede de Cafenorte en Cartago, ya funciona la primera tienda de cafés especiales que se llama Bahareque y la meta es abrir otras en ciudades como Cali, Bogotá, Cartagena y Pereira.