El primer caso corresponde a un procedimiento realizado en el barrio Los Chorros, donde la agente de policía Angélica María Pineda fue a controlar una riña en vía pública y sin pensarlo salió lastimada por una menor de 17 años de edad, quién al no estar de acuerdo con las medidas dictadas por la mujer policía la ataco en brazos y cara sin gravedad, la patrullera se encuentra en buen estado de salud al ser valorada en el Hospital San Juan de Dios; mientras que la menor fue puesta a disposición de la fiscalía de URPA (Unidad de Responsabilidad Penal para Adolescentes).
Asimismo, el segundo caso es producido por la intolerancia de los habitantes, este sucede en el barrio Los Sauces, cuando el patrullero Ortiz Navarro Jhon Edwin se dispuso a responder el llamado de riña en vía pública y al llegar el lugar de los hechos se encontró con la mala actitud y agresión del señor Adrián Bernardo Puertas quién lo ataco en cabeza y ojos sin gravedad. El agente también fue atendido en el Hospital San Juan de Dios y el atacante fue entregado a la fiscalía de turno URI (Unidad de Reacción Inmediata).
El llamado que hacemos a la comunidad es que a pesar de no gustarnos el proceder del cuerpo de policía lo hagamos mediante el diálogo y las herramientas jurídicas existentes, ya que el atacarlos no es un buen ejemplo de sociedad y convierte algo insignificante en un problema mayor.
