El gremio de los areneros de Cartago atraviesa por una difícil situación debido a dos factores. Los requisitos que el ministerio de minas les exige ahora para poder desarrollar su labor al ser declarados mineros ilegales, y el escaso material que trae el río como consecuencia del clima. Es por eso que las más de 150 familias que subsisten en Cartago de dicha actividad, esperan que el ministerio de minas tenga en cuenta que legalizar su actividad minera, es algo prácticamente imposible de cumplir. Y es que la situación es tan complicada que de los 8 metros de material que en promedio lograban extraer en el pasado, hoy solo consiguen 2 metros. Los mineros artesanales no tienen la capacidad técnica ni económica para poder cumplir con todo lo que demanda una concesión, por lo que prácticamente los están condenando a desaparecer.