Por: Carlos Alberto Arias
En los más de 50 años de existencia del aeropuerto Santa Ana de Cartago, nunca se había generado tanta expectativa e interés por su operatividad como viene sucediendo actualmente, luego de los anuncios sobre el inicio de operaciones de Air Colombia (Antes VivaColombia) y Aero Colombia, y la posibilidad de la llegada de nuevas aerolíneas que han puesto sus ojos en el terminal aéreo con el objetivo de conquistar el cada vez más productivo mercado del transporte aéreo de pasajeros y de carga. El momento actual que vive el aeropuerto de Cartago no tiene comparación con las épocas en las que empresas como Aero cóndor, Aces, Copa, Aero República, Satena y la más reciente Easy Fly, cubrieron varias rutas nacionales desde el Santa Ana; hoy el terminal aéreo cobra cada día más importancia y sus posibilidades son muy grandes ante la necesidad de conectar vía aérea al eje cafetero y norte del Valle con el mundo.
Tras los anuncios del inicio de los vuelos, la ciudad comienza a prepararse para esta nueva etapa del aeropuerto que para los entendidos generará desarrollo y dinamizará la economía de la región; taxistas, operadores turísticos y representantes de los parques temáticos del eje cafetero, serán capacitados para afrontar este gran reto que ya comenzó con los dos vuelos semanales de Aero Colombia hacia el litoral pacífico. VivaAir, que en los próximos días recibirá 50 nuevos aviones, espera iniciar en octubre el cubrimiento de la ruta Bogotá-Cartago-Bogotá, con dos frecuencias diarias para un total de 14 vuelos semanales y la posibilidad, de acuerdo con la demanda, de ampliar a 4 vuelos diarios. Claro que para ello se deberán realizar en el terminal, una serie de adecuaciones especialmente en materia de seguridad, como circuito cerrado de televisión y dotarlo de un sistema de extinción de incendios acorde con las normas internacionales, para lo cual tanto el gobierno departamental como el municipio de Cartago han anunciado su disposición de hacer las respectivas apropiaciones presupuestales.
Otra alternativa que se maneja al respecto es la venta de acciones, figura en la que por norma, al tratarse de una sociedad industrial y comercial del estado como sociedad anónima, la prioridad la tendrían sus actuales socios que son: el municipio de Cartago con el 89, 49% de participación accionaria, la gobernación del Valle con el 9,39%, Emcartago, Infivalle y el municipio de Obando, que tienen una participación de menos del 1%; todos los socios han expresado su interés de adquirir nuevas acciones para capitalizar el aeropuerto y que se puedan realizar las adecuaciones.
De otro lado los gobiernos del Quindío y Risaralda, que cuentan con sus respectivos aeropuertos, también han anunciado que enfilarán su trabajo en potenciar el aeropuerto de Santa Ana de Cartago como un terminal de carga. La construcción de un nodo logístico en La Virginia, cercano al aeropuerto de Cartago, se espera que colme las expectativas en cuanto a la movilización de carga, ya que su funcionalidad estará basada en ser un puerto seco alterno al Puerto de Buenaventura, donde se podrá consolidar, transformar y distribuir a todo el país productos de la región, según afirmó la gobernadora del Valle Dilian Francisca Toro Torres, afirmación con la que coinciden sus homólogos de Risaralda y Quindío. “Esta región va a seguir creciendo con niveles de desarrollo muy altos, muchas veces superiores a los del país y necesitamos aquí el tren, necesitamos vías, pero también necesitamos un aeropuerto de carga para poder sacar y entregar la a carga que produzca a la región y necesite la región para ser mucho más competitiva”, señaló el gobernador de Risaralda Sigifredo Salazar.
En las últimas horas también se conoció de las gestiones que viene adelantando el alcalde de la ciudad Carlos Andrés Londoño Zabala para que una empresa empiece pronto a prestar el servicio de Aerotaxi entre Cali y Cartago, lo que estaría a punto de concretarse. El clima de la ciudad que permite operaciones durante casi todos los 365 días del año, sus 2.140 metros de pista y el fervor que ha despertado el inicio de operaciones con vuelos de pasajeros, auguran un promisorio futuro para el aeropuerto de Cartago.