Rodrigo Motta Ríos, según Nieves Rojas Valencia, su esposa, hoy viuda, era un compañero ejemplar. Rodrigo era la cabeza de un hogar que se había conformado 25 años atrás y que dejó tres hijos. Cuenta Nieves que su hogar empezó a destruirse cuando el padre de familia conoció a Gina Marcela Pedraza, una mujer mucho más joven que él y con quien inició una intensa relación extramarital. Aunque el hombre fue perdonado dos veces por la esposa, ese triángulo amoroso acabó en tragedia. Rodrigo y Gina fueron hallados muertos en Funza, cerca de Bogotá. Todo parece indicar que él acabó con la vida de su amante segundos antes de terminar con la propia. Nieves Rojas le contó a Q’hubo Bogotá que Rodrigo conoció a la joven mujer en un parque industrial al norte de la ciudad cuando él vendía tintos y comida en un vehículo particular. La esposa se enteró del engaño pero por el amor que le tenía a ese hombre perdonó la infidelidad del Rodrigo con quien había compartido casi toda su vida. Él se comprometió a terminar la relación que había sostenido con su amante y a fortalecer su hogar, pero meses después la pareja de infieles volvió con sus amoríos. Él decía, asegura Nieves, que Gina era quien lo buscaba incansablemente. El pasado 2 de agosto Nieves volvió a encontrar pruebas sobre la relación que su esposo mantenía aún con Gina. Nieves le pidió a Rodrigo darle fin al matrimonio y abrió la puerta para que él se marchara con su amante, a quien al parecer le había comprado un apartamento en el municipio de Funza y que hoy los hijos de Rodrigo lo reclaman como patrimonio suyo. Después de una larga conversación con Rodrigo, Nieves volvió a perdonar a su esposo pero el pasado 19 de agosto el hombre tomó la decisión de acabar con el infierno en el que se había convertido vida a causa de la relación extramatrimonial. Ese día antes de salir de su casa le dijo a su esposa “Yo me voy a ir muy lejos, la voy a dejar tranquila, pero no me voy a ir solo”. Rodrigo cumplió la terrorífica sentencia que entre dientes le soltó a su mujer. Horas después llegó donde su amante y al cabo de un par de horas sonaron cuatro disparos. La policía halló dos cadáveres y revólver calibre 38 muy cerca de la mano de Rodrigo, quien tenía un disparo en la cabeza y el cuerpo de su amante quedó junto al suyo con el resto de las balas disparadas alojadas en su cabeza. Fuente: Msn.com