Así relata doña Olga Lugo Martínez, cómo fue su ingreso al programa de Formación en Derechos económicos, sociales y culturales con énfasis en iniciativas productivas, de la casa de justicia de Cartago que se ha convertido en uno de los proyectos más exitosos y que ha contribuido a la formación en diferentes artes de miles de mujeres de Cartago y el norte del Valle. Una oportunidad que le llegó luego de perder su empleo. Debido a que, estuvo trabajando en un taller 4 años y se quedó sin empleo hasta que se le presento esta maravillosa oportunidad de dictar cursos en Cartago y en el Norte del Valle.
Tras varios años de trabajar como instructora en el campo de la marroquinería, doña Olga siente la satisfacción por la labor realizada. Puesto que, ha sido algo muy alentador durante estos 9 años que le han ayudado a estabilizar su situación económica y que vean su arte en otras ciudades de Colombia. Son muchas las mujeres que gracias a la formación recibida en la casa de justicia, hoy subsisten de su trabajo motivo que la llena de alegría. Quienes se dedican al arte allí aprendido no solo han tenido una forma de sustento, sino también una terapia para llevar una mejor vida. Porque, lo más satisfactorio es ayudar a las madres de familia que no pueden dejar a sus hijos solos y a otras mujeres a desestresarse.