Nacional

No deje que sus hijos tengan un daño de por vida

27 de Junio de 2018

Depresión, ansiedad, estrés, incapacidad para resolver problemas y un cerebro más pequeño son las consecuencias que deja la violencia en el desarrollo neurológico de la niñez. World Vision propone la Crianza con Ternura para promover espacios más seguros. ¿Es usted de los que cree que una palmada o un pellizco es la mejor forma de disciplinar y acompañar la crianza de sus hijos? Por muy inofensivas que parezcan estas conductas, elimínelas por completo en el trato que les da ya que está afectando significativamente el desarrollo neurológico de ellos. El médico y psiquiatra Jorge Forero Vargas, con más de 20 años de experiencia en su profesión, explica por qué hay que educar con amor para evitar que los niños y niñas sufran trastornos y patologías, en muchos casos, difíciles de tratar.
“Cuando hay maltrato físico o emocional, automáticamente hay muerte de las neuronas. Lo que quiere decir que algunas zonas del cerebro se ven comprometidas con daños irreversibles; y por ende, los niños y niñas pierden capacidades, competencias, con respecto a sus pares que no han sido violentados”, explica Forero. Por imágenes neurodiagnósticas es posible apreciar, según el experto consultado, que el cerebro de una persona que ha sido víctima de varias formas de violencia, desde temprana edad, se contrae y pierde volumen. En pocas palabras, se vuelve más pequeño. “Eso es muy grave y más teniendo en cuenta que en la niñez hay un mayor desarrollo neurológico. Muchos piensan que el maltrato no tiene tales efectos pero lo que realmente ocurre es que se le está quitando a un niño la posibilidad de fortalecer sus habilidades de raciocinio, lógica de relacionamiento con el entorno. Es una muerte neuronal irreparable”.
Adicionalmente aparece la depresión, la ansiedad, los trastornos de personalidad como las consecuencias más graves de la violencia. Problemas de salud mental que al no ser detectables en su fase inicial, ni tratados por especialistas, tienen un impacto en la vida adulta. “Son personas sin capacidad instalada para resolver problemas y tienen dificultades para interactuar con los demás. Esa infancia maltratada es la cuna de una adultez trastornada”, asegura el Dr. Jorge Forero. Lo más grave es que estos trastornos, producto del maltrato y abuso en la niñez, son transferidos generacionalmente. “Para evitarnos todo eso, la mejor fórmula es educarlos con amor”.
World Vision, ONG experta en asuntos referentes a la niñez, propone la metodología de Crianza con Ternura que pretende mejorar las relaciones entre adultos y niños, y de estos últimos con sus pares. De manera tal que el buen trato incida en un apropiado desarrollo emocional, cognitivo, incluso neurológico, para los niños y niñas.
¿Qué se recomienda para promover una Crianza con Ternura?
-Brindarles afecto, respeto y acogida eliminando toda acción de insulto, chantaje, castigo y abandono.

-Dialogar con ellos y ellas escuchándoles con paciencia y amor y creer lo que dicen.

-Expresarles amor todos los días.

-Protegerles contra cualquier clase de maltrato.

-Ponerse en su lugar para entender su comportamiento considerando su edad, necesidades y emociones.

- No ser indiferente ni tolerante con los casos de maltrato contra la niñez.

-Reconocer sus cualidades, fortaleciendo su autoestima y confianza.
- Orientarles para resolver los conflictos mediante el diálogo y la sana convivencia.

- Enseñarles con el buen ejemplo.



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