Una muy buena noticia, recibieron esta semana los directivos e integrantes de la Fundación de Desplazados Nuevo Amanecer de la ciudad de Cartago, al confirmarse que el gobierno nacional a través de la Unidad de Víctimas, aprobó la reparación colectiva de más de 188 mil víctimas del conflicto en Colombia, reunidas en la Fundación Humanitaria Nuevo Amanecer que inició sus labores en Cartago hace cerca de 15 años para lograr el restablecimiento de los derechos y la reparación de las víctimas.

“Es un logro con dolor, un logro que me genera dos sentimientos; el de alegría y el de tristeza, porque este reconocimiento que ha hecho el gobierno colombiano de inclusión como un sujeto de reparación colectiva, va en memoria de todos nuestros líderes asesinados, especialmente de Julio César Molina, quien fue el primer líder que asesinaron por estar en la defensa de los derechos humanos en Ansermanuevo” manifestó Jesús Mario Corrales, presidente de Funhumana.

Con la promulgación de la ley de víctimas, se incrementó ese trabajo que hoy produce sus frutos.

“En el 2016 logramos recopilar toda la información, casi 3.000 folios de pruebas se entregaron ante la defensoría del pueblo que fue la que estuvo todo un día recepcionando dicha declaración y hoy tenemos la gran noticia que el gobierno ha decidido que la fundación Nuevo Amanecer tenía razón, que tenemos razón al haber denunciado que se estaban violando los derechos humanos, son solamente de las víctimas del conflicto armado que ya estaban en el registro con una acción de repetición, sino también se intentó acabar con el proceso organizativo de la familia Funhumana como fue la Fundación Nuevo Amanecer, porque en su momento la mayoría de la fundación tuvo que salir huyendo de Cartago, y de hecho hoy hay muchos compañeros todavía en el exilio que les da miedo volver a la ciudad”, dijo Jesús Mario.

Este es uno de los mayores logros en beneficio de las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario ocurridas con ocasión del conflicto armado interno, que posibilitan el goce efectivo de los derechos de estas víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.

“Por fin vamos a encontrar un camino todavía tortuoso, porque es lento, pero un camino donde encontraremos el restablecimiento de los derechos de cada una de las víctimas del conflicto armado asentadas en el norte del Valle y que pertenecer a la familia Funhumana”.

Ahora se adelantará un trabajo para establecer un plan de acción que permita definir cómo van a ser reparadas las víctimas.

“Sigue una serie de encuentros con la unidad para las víctimas, donde junto con las víctimas vamos a construir el plan de trabajo para hacer la reparación colectiva, porque esto no lo decide Jesús Mario, sino que son las mismas víctimas del conflicto armado quienes van a decir cómo quieren que se reparen el daño que se nos ocasionó”.

Luego de sufrir los rigores de la guerra, estas personas ahora serán sujeto de la reparación integral en las medidas de restitución, rehabilitación, satisfacción, garantías de no repetición e indemnización en los componentes social, político y económico.