Falta de políticas claras para su descontaminación y cuidado; ausencia de inversión de las entidades ambientales, escaso presupuesto para realizar planes de mejoramiento y mayor compromiso del municipio, son algunas de las conclusiones que dejó el cabildo abierto sobre el río La Vieja, que se realizó el pasado viernes en el coliseo de la Isleta, promovido por un grupo de estudiantes de la Universidad del Valle, sede Cartago.

Las aguas del río La Vieja de las que un millón de personas de los departamentos del Quindío, Risaralda y Valle del cauca se benefician a lo largo de sus 283.500 hectáreas de cuenca, son utilizadas en riegos de cultivos, y como fuente de agua, pero su carga de contaminación es tan alta que los expertos no le auguran mayor futuro porque, esas mismas poblaciones se están encargando de destruir su único río, contaminándolo con toneladas de desechos, sin que las autoridades hagan mucho para solucionar este mal.

En el cabildo se hicieron fuertes cuestionamientos a las inversiones y acciones de entidades como la CVC, Empresas Municipales y la administración municipal de Cartago, por salvar nuestro río tutelar.

Por su parte el representante del municipio de Cartago hizo un recuento de algunos proyectos que se han ejecutado en favor del afluente.

El cabildo no tuvo la asistencia esperada, lo que demuestra el poco interés de las entidades y de la propia comunidad en buscar soluciones a un tema que representa el futuro del agua para las próximas generaciones.