Los homicidios, secuestros, atracos y extorsiones que se han presentado en los últimos días en los municipios del norte del Valle, así como la injerencia de bandas criminales y de grupos armados, con cifras muy altas, sigue siendo el principal problema que afronta la región en materia de seguridad, lo que expone al ciudadano del común a un riesgo permanente.

La afirmación la hace el politólogo Gustavo Alberto Orozco quien viene recorriendo esta región analizando el tema de seguridad para una maestría en seguridad y terrorismo.

Sin tener en cuenta el año 2020, atípico por la pandemia, las cifras de los años 2018 y 2019 demuestran que lejos de bajar, las cifras de los delitos de gran impacto siguen en aumento.

De acuerdo con el analista, el norte del Valle sigue siendo una zona estratégica para la delincuencia.

Afirma que la fuerza pública no es suficiente y esa es una de las razones por las cuales las tasas de homicidio en algunos municipios son tan altas.

Esto, sumado a la poca efectividad de las autoridades y de la justicia hace que los delincuentes se sientan “Seguros”

Según Gustavo Alberto Orozco, quien ha sido asesor de los Ministerios de Minas y de Defensa, así como de la Alcaldía de Cali, las estrategias desarrolladas por las autoridades son poco efectivas.

Cuestionó el que se siga pensando en ubicar más cámaras de seguridad, cuya efectividad no está garantizada, cuando lo que se necesita es más contundencia por parte de las autoridades.

Como solución plantea que es primordial que el estado ofrezca a los jóvenes mayores oportunidades.

El panorama hoy es preocupante y además tiende a empeorar.