La historia de Darwin comenzó como muchas otras historias de personas que han caído en el mundo de las drogas y que han tocado fondo.

Algo a lo que estamos expuestos todos los días y de lo cual se arrepiente, pues su vida y la de su familia, se convirtió en una pesadilla de la que hoy lucha por salir.

“Nosotros tomamos la decisión nosotros mismos, ese experimentar, esa curiosidad, es la que nos lleva a consumir sustancias como consumidores primarios o consumidores frecuentes, luego el consumo se va haciendo más frecuente, así empezamos ya a un mundo más fuerte”, dijo Darwin Úsuga, Residente de la Clínica Psico.

Un día estando en la peor situación aceptó que necesitaba ayuda y que tenía que luchar por salir de ese mundo que lo estaba consumiendo. “En el momento que yo me di cuenta que realmente necesitaba ayuda, fue cuando toqué la calle; fui un buen conductor, manejé buseta, tuve buenas oportunidades laborales, pero una vez las drogas tocaron mi puerta como le puede ocurrir a cualquiera de nosotros; llegué al punto de la habitabilidad de la calle, de dormir en un andén y de pronto esculcar una basura, ahí me di cuenta que mi vida se había destrozado totalmente, que necesitaba ayuda, necesitaba apoyo y ahí conocí PSICO”.

Y gracias a su familia, esa ayuda la encontró en la Clínica Psico, salud y transformación, donde muchas personas encuentran una oportunidad hacia una nueva vida.

“Este lugar es un privilegio, yo me siento orgulloso y privilegiado de poder pertenecer a PSICO, porque lo que encontramos acá es apoyo familiar, apoyo psicológico, apoyo terapéutico, tenemos dos psiquiatras, tenemos psicólogo, tenemos trabajadoras sociales, enfermeros las 24 horas del día, tenemos unas instalaciones muy agradables, porque contamos con piscina, canchas de ping-pong, de billar, tenemos un lugar muy agradable y también contamos con una parte de emprendimiento, que es muy satisfactorio para el crecimiento personal de cada uno de nosotros”, apuntó.

Darwin, con el paso del tiempo se convirtió en un líder del programa y en el mejor motivador para sus compañeros.

“Con el pasar de los días, fui mostrando un crecimiento y Dios me dio la oportunidad de poder devolverle a mis hermanitos, lo que yo mismo he aprendido, hoy me considero un buen líder, más que un líder he sido un apoyo para aquellos hermanos, quienes tienen una dificultad que manejan una ambivalencia o momentos de ánimo bajos, ahí es donde entro yo a intervenir y me fascina ese trabajo, creo que lo disfruto demasiado y para mí más que eso es una vocación que no sabía que la tenía”.

Su vida ha cambiado totalmente y hoy tiene una nueva oportunidad de volver a ser útil a la sociedad.

“Muy contento porque este lugar me ha abierto las puertas y me ha acercado más a mi familia, me ha abierto las puertas laborales y familiares, voy a estudiar que nunca creí que iba a hacer una carrera profesional; en ese momento ya tenemos todo como organizado para salir a trabajar en algo que me da la oportunidad de poder estudiar y ser un profesional, en cinco años”.

Una ayuda a tiempo es el mejor camino para salir de un mundo que solo trae cosas negativas o en el peor de los casos hasta la muerte.

“La droga es un eterno animal que devora nuestros jóvenes y más que un problema es una atadura, que nos permite arrojar nuestros problemas al olvido como en un segundo mundo incierto, donde habitan la inseguridad, el miedo y la ingenuidad; los consumidores de droga no nos identificamos por ser consumidores de droga cara o barata, ambos somos esclavos de ese vicio, solo que algunos pertenecen a una buena clase social y otros a la pobreza a la miseria, por eso el camino de la droga no es la mejor salida; dejarla, abandonada te cambiará por completo, dejarás de ser rechazado y deprimido y alcanzarás todo lo que te propongas, olvida tu pasado y proyéctate en el presente”, afirmó Darwin.