Una difícil situación atraviesa el Hospital Santa Catalina del El Cairo, el cual no cuenta con los recursos ni los elementos necesarios para garantizar la atención a los habitantes de esta localidad del norte del Valle.

Este que es el principal centro de atención en salud, no tiene gerente en propiedad ya que quien venía ejerciendo ese cargo renunció por discrepancias con el alcalde.

Un ejemplo claro de la magnitud de la crisis que vive el centro asistencial lo constituye lo ocurrido el fin de semana anterior cuando el señor Luis Fernando López, quien reside en la zona rural, le tocó atender el nacimiento de su hijo sietemesino en su casa, porque desde el hospital Santa Catalina le dijeron que en ese momento no disponían de ambulancia ni de médico para atender el caso.

El ciudadano indignado, relató que ese día en la madrugada su esposa con 7 meses de embarazo empezó a tener contracciones, por lo que se dirigió al hospital a pedir una ambulancia y  para que la atendieran, pero allí le dijeron que ellos no podían salir del hospital y que no había ambulancia disponible por lo que tuvo que regresarse a su casa y atender él mismo el parto de su esposa y recibir al bebé de solo 7 meses, con los riesgos que ello representa para la salud tanto del niño como de la madre.

Relató que de manera improvisada le tocó cortar el cordón umbilical con unas tijeras y bajo la mirada de su otra hija de apenas dos años de edad.

El ciudadano agradeció a Dios ya que las cosas salieron bien, pero pidió a los directivos del Hospital y a la administración municipal un trato más humano a la comunidad y aún más, por la condición de desplazados de ellos.

Terminó afirmando que luego de sucedido el caso, ahí si decidieron recibir a su esposa y al bebé en el hospital y que le ha tocado comprar de su propio bolsillo algunos medicamentos que se han necesitado.

La situación del Hospital Santa Catalina es muy grave en este momento ya que el gerente Jainer David Polo López renunció el pasado 31 de agosto, por lo que la entidad se encuentra acéfala y sin recursos para funcionar pues tiene deudas de salarios y otras, sin que ni los directivos, ni el alcalde Alfonso Aristizábal, hagan algo por solucionarla.

Se espera la intervención de la Secretaría Departamental de salud y de los organismos de control para que se investigue esta situación que pone en riesgo la vida de las personas.