La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, lideró un llamado urgente al presidente de la República, Gustavo Petro, y al ministro de Defensa, Iván Velásquez, para que tomen medidas inmediatas ante la creciente ola de violencia que azota la región. Este llamado se produce en el marco del consejo de seguridad extraordinario convocado tras el asesinato del concejal de Jamundí, John Fredy Gil Franco.

"Es el tercer concejal asesinado en estos primeros cuatro meses en nuestro Departamento. Solicito al gobierno nacional, al señor presidente, Gustavo Petro, y al ministro de Defensa, Iván Velásquez, que, en uso de sus competencias constitucionales y legales, aumenten y arrecien la lucha contra la delincuencia en el Valle del Cauca", declaró la mandataria.

Toro hizo hincapié en la necesidad de una acción conjunta y decidida para evitar que la situación de seguridad en la región se deteriore aún más. "Si no trabajamos unidos, prioritariamente en este objetivo, corremos el riesgo de que el Departamento del Valle del Cauca recorra el lamentable camino que han recorrido otros territorios del Suroccidente colombiano y no lo podemos permitir", añadió.

La gobernadora expresó sus condolencias a la familia del concejal asesinado y subrayó la importancia de intervenir de manera contundente en el área rural de Jamundí y en un plan de seguridad integral para el Pacífico, en el cual se compromete a seguir trabajando incansablemente.

Además del llamado al gobierno nacional, en el consejo se definieron las siguientes medidas: se ofrecerá una recompensa de $30 millones por información que conduzca al esclarecimiento del asesinato del concejal; se enviará una solicitud a la Unidad Nacional de Protección para la protección de los concejales; la Fiscalía destinará un grupo de investigadores especiales desde Bogotá para adelantar las indagaciones sobre los hechos en Jamundí y Tuluá, y se intensificarán los controles mixtos de Policía y Ejército en estos municipios.

¡Basta ya! Es hora de que el gobierno actúe ante la crisis de violencia que azota al Valle del Cauca. Cada día, nuestras comunidades sufren el flagelo de la violencia, con vidas inocentes arrebatadas y familias destrozadas por la impunidad y el miedo.

Nos encontramos en una situación crítica que demanda una respuesta inmediata y efectiva por parte de las autoridades. Las cifras escalofriantes de homicidios, desplazamientos y amenazas son un grito desesperado de auxilio que no podemos ignorar. La violencia se ha enraizado en nuestra tierra, sembrando el terror y la desesperanza entre nuestros ciudadanos.

Exigimos acciones concretas y contundentes por parte del gobierno para garantizar la seguridad y la protección de todos los habitantes del Valle del Cauca. Es hora de que se implementen estrategias integrales que aborden las causas profundas de la violencia, que se fortalezcan las instituciones encargadas de velar por la seguridad ciudadana y que se haga justicia para las víctimas y sus familias.

No podemos permitir que la violencia siga cobrando vidas y destruyendo sueños en nuestra región. Es responsabilidad del gobierno tomar medidas urgentes para restablecer la paz y la tranquilidad en el Valle del Cauca. No podemos esperar más, cada día de inacción es un día más de sufrimiento para nuestros conciudadanos.

Alzamos nuestra voz enérgica y unida para exigir justicia, seguridad y paz. El Valle del Cauca clama por acción, ¡y es hora de que el gobierno responda!