📍 Los hechos
En la madrugada del lunes 3 de noviembre de 2025, delincuentes irrumpieron en el Monasterio de la Santísima Trinidad de las Hermanas Carmelitas Descalzas de Cali, ubicado en el sector de La Viga. Dentro del recinto de clausura, los asaltantes sacaron el tabernáculo de la capilla, le retiraron la tapa, vaciaron todas las hostias consagradas esparciéndolas en el suelo, y se llevaron el copón, el viril y otros objetos sagrados, además de elementos de oficina como computadores y teléfonos.

⛪ Significado y consecuencias religiosas
El acto fue calificado como una profunda ofensa a la fe católica: el tabernáculo y las hostias consagradas representan para la Iglesia el Cuerpo de Cristo presente en el Santísimo Sacramento del Altar. La comunidad religiosa expresó su dolor y anunció que no se celebrarán ceremonias litúrgicas en la capilla profanada hasta que se realicen los actos de reparación correspondientes.
Por comportamiento contra lo sagrado, la institución eclesiástica advirtió que esta profanación podría conllevar a la excomunión latae sententiae de los responsables, según el derecho canónico.
🧭 Impacto en la comunidad y entorno
- Las hermanas, aunque no sufrieron lesiones físicas, se encuentran profundamente conmocionadas por la invasión al lugar de clausura y por la pérdida de elementos litúrgicos esenciales.
- El robo pone en evidencia la vulnerabilidad de espacios religiosos, especialmente los de clausura, frente a la delincuencia urbana que actúa con audacia y falta de filtro.
- La feligresía local manifestó indignación y tristeza por el agravio, y se convocó a los fieles a un acto especial de “desagravio y reparación” para restituir la dignidad del lugar.

🔍 Investigación y respuesta
La Policía Metropolitana de Cali inició las indagaciones para identificar a los autores del robo, recabando imágenes de cámaras de seguridad, revisando el trayecto de escape y recogiendo testimonios de la comunidad. La Fiscalía General de la Nación asumió el caso.
Las autoridades también están evaluando medidas urgentes para reforzar la seguridad de este tipo de instituciones religiosas y prevenir futuros ataques similares.
🎯 Reflexión
Este robo trasciende el hurto común: se trata de una violación simbólica profunda que afecta no solo el patrimonio religioso, sino la confianza de la comunidad en la protección de sus espacios sagrados.
La profanación de un objeto central para la liturgia plantea preguntas sobre el respeto a los valores de fe, la seguridad urbana y la capacidad de respuesta ante delitos que combinan robo y agravio espiritual.