Kamala Harris ha emergido como una posible sucesora del presidente Joe Biden en la contienda demócrata para las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos. A medida que se acerca la fecha, su respaldo dentro del partido ha ido en aumento, con cada vez más líderes demócratas apoyando su candidatura. Sin embargo, su camino no ha sido fácil, y Harris ha pasado los últimos tres años y medio tratando de silenciar a sus críticos tras un inicio accidentado en su mandato.
En su rol como vicepresidenta, Harris ha asumido varias de las tareas más difíciles de la administración Biden, incluyendo la crisis migratoria, el derecho al aborto y la reforma electoral. Estos desafíos han sido cruciales, pero también la han mantenido en un segundo plano, ya que su posición está diseñada para apoyar al presidente. Sus logros se atribuyen a la administración en general, mientras que sus errores son más visibles.
La Crisis Migratoria: Su Mayor Reto
Uno de los desafíos más significativos que enfrentó Harris fue la crisis migratoria. En 2021, Biden le encomendó la tarea de abordar las causas profundas de la migración indocumentada desde Centroamérica. La situación en la frontera con México era crítica, con un número récord de migrantes provenientes de El Salvador, Guatemala y Honduras. Harris tardó seis meses en visitar la frontera, lo que provocó críticas tanto de republicanos como de demócratas. Su entrevista con Lester Holt de NBC, en la que tuvo dificultades para articular la estrategia del gobierno, fue ampliamente criticada y contribuyó a su baja popularidad en este tema.
Derecho al Aborto: Una Bandera Principal
La decisión del Tribunal Supremo en 2022 de revocar la protección constitucional al derecho al aborto catapultó a Harris a un papel más prominente. Se convirtió en una defensora ferviente de los derechos reproductivos, reuniéndose con líderes de 38 estados y apelando a los votantes durante las elecciones de medio mandato de 2022. Su campaña por los derechos reproductivos ayudó a que los demócratas obtuvieran mejores resultados de lo esperado en esos comicios.
El Trabajo en la Sombra
Harris también lideró la iniciativa para promover una ley federal sobre el derecho al voto, aunque con poco éxito debido a la oposición republicana y la división en el Congreso. Su rol en esta tarea permitió construir coaliciones políticas importantes, aunque gran parte de este trabajo no fue visible para el público general.
Visibilidad y Comunicación
Gran parte de la baja visibilidad de Harris se debe a su papel en el Senado, donde su voto era crucial para desempatar decisiones. Esta responsabilidad la mantuvo atada a Washington y limitó su capacidad para realizar viajes y mantener una presencia pública más constante. Además, sus problemas como comunicadora y el temor a cometer errores redujeron su aparición en los medios.
No obstante, en el último año, Harris ha aumentado su presencia pública, realizando 60 viajes y adquiriendo un papel más predominante. Su creciente prominencia y el reciente giro en la campaña demócrata, con Biden renunciando a la reelección, han colocado a Harris en una posición central para liderar la contienda demócrata.
Conclusión
Kamala Harris ha tenido un desempeño complejo como vicepresidenta, enfrentando grandes desafíos y críticas, pero también logrando avances significativos en áreas clave como el derecho al aborto y la migración. Su baja visibilidad ha sido en parte resultado de su papel en el Senado y sus primeros tropiezos en la comunicación. Sin embargo, con su reciente aumento en la actividad y apoyo dentro del partido, Harris está emergiendo como una figura central en la política demócrata de cara a las próximas elecciones.