Fieles reaccionan a cambios en la misa: Iglesia Católica actualiza lenguaje litúrgico en Colombia

La Iglesia Católica en Colombia anunció una serie de modificaciones en las celebraciones eucarísticas, lo que ha generado diversas reacciones entre los fieles y comunidades parroquiales del país. Los ajustes incluyen cambios en el lenguaje litúrgico y en las ilustraciones del misal, según informó la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).

El padre Jairo de Jesús Ramírez, director del Departamento de Liturgia de la CEC, explicó en entrevista con Noticias Caracol que esta actualización busca adaptar la liturgia al contexto cultural colombiano, sin alterar su fondo doctrinal. Sin embargo, para muchos feligreses, los cambios han despertado dudas y curiosidad.

Uno de los puntos que más comentarios ha generado es la nueva forma de consagrar el pan. La tradicional frase “Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros” será reemplazada por: “Tomen y coman todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por ustedes”.

“Es más fácil de entender, pero se siente raro después de tantos años escuchando lo mismo”, comentó una feligresa en una parroquia de Medellín, reflejando el sentimiento de familiaridad que muchos temen perder.

Otro cambio que ha sido tema de conversación en las iglesias es la modificación del saludo de la paz. La expresión “La paz os dejo, mi paz os doy” será sustituida por: “Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: la paz les dejo, mi paz les doy”. Para algunos, se trata de una mejora en la claridad del mensaje. Para otros, es un cambio innecesario.

Además del lenguaje, el misal ahora incorpora imágenes con identidad colombiana: Jesús lavando los pies a Pedro, los apóstoles sosteniendo la Catedral Primada, y un pesebre con la Sagrada Familia representada con rasgos indígenas. También se incluyó a la madre Laura Montoya, primera santa del país.

Según el padre Ramírez, estas representaciones buscan integrar referentes culturales cercanos a la realidad de los fieles. Aun así, hay quienes expresan preocupación por alterar elementos tradicionales que han acompañado la fe durante generaciones.

No obstante, para algunos sacerdotes y laicos, la actualización es una oportunidad para acercar la liturgia a las nuevas generaciones. “La liturgia no pierde su esencia; al contrario, se enriquece cuando habla el mismo idioma de la gente. Esto puede ser una puerta para que más personas se sientan parte activa de la celebración”, expresó el padre Andrés Torres, párroco en Bogotá.

La implementación de estos cambios aún no tiene fecha definida. Aunque se esperaba que entraran en vigencia durante Semana Santa, desde la CEC se aclaró que aún se está trabajando en su introducción gradual.

La Semana Santa, una de las fechas más significativas para los católicos, llega en medio de este proceso de transición. Y aunque los cambios no afectan el contenido doctrinal, sí marcan un giro importante en la forma en que los colombianos vivirán la liturgia.

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