A un mes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la campaña ha sido escenario de eventos poco convencionales que han redefinido el panorama.
El inicio de las primarias
Las elecciones primarias comenzaron en enero, con el actual presidente, Joe Biden, sin enfrentar una oposición significativa dentro de su partido. A pesar de las críticas por su postura en el conflicto entre Israel y Gaza, Biden aseguró su nominación sin mayor resistencia.
En el
El juicio de Trump en Nueva York
En abril, el expresidente Trump se enfrentó a un juicio penal en Nueva York por presuntos pagos ocultos a una exactitud de cine para adultos. El veredicto lo declaró culpable, convirtiéndolo en el primer expresidente en enfrentar un fallo penal de este tipo.
Sin embargo, en junio, Trump obtuvo una victoria legal cuando la Corte Suprema retrasó su sentencia, debilitando así otros procesos penales en su contra.
El primer debate
El 27 de junio, el panorama cambió durante el primer debate entre Donald Trump y Joe Biden, transmitido por CNN. Biden, de 81 años, tuvo una actuación que preocupó a sus partidarios, al mostrar dificultades al expresarse y parecer desorientado en varias ocasiones. Trump, por su parte, moderó su tono, aprovechando los errores de su contrincante.
Intentos de asesinato y un resurgimiento republicano
El 13 de julio, Donald Trump sobrevivió a un intento de asesinato cuando un hombre desde una azotea le disparó, hiriéndolo en la oreja. El incidente generó una breve pausa en la campaña, pero pronto ambos partidos retomaron sus campañas y sus ataques.
La convención republicana, que se celebró semanas después, consolidó el liderazgo de Trump dentro del partido. El expresidente elegido como su compañero de fórmula al joven senador JD Vance como compañero de formula.
En septiembre, Trump fue nuevamente objetivo de un intento de asesinato, esta vez en su campo de golf.
El abandono de Biden y el ascenso de Kamala Harris
El 21 de julio, pocos días después de la convención republicana, Joe Biden sorprendió al anunciar su retiro de la carrera presidencial. A través de una carta pública, el presidente cedió a la presión de su partido debido a las crecientes dudas sobre su estado físico y mental, manifestando su respaldo a la vicepresidenta Kamala Harris como su sucesora.
En cuestión de horas, Harris logró consolidar el apoyo de los principales líderes demócratas, emergiendo como la nueva candidata del partido. La nominación de Harris, una mujer negra de ascendencia surasiática, generó un entusiasmo renovado entre las bases demócratas. Fue proclamada oficialmente candidata en una convención celebrada en agosto en Chicago, eligiendo como su compañero de fórmula al gobernador Tim Walz.
Debate decisivo
El 10 de septiembre, Harris y Trump se enfrentaron en un debate único, ya que el republicano rechazó la posibilidad de otro cara a cara. Durante el debate, Harris atacó los puntos más sensibles de Trump, incluyendo su capacidad para convocar multitudes y su reputación internacional, mientras que Trump repitió sus ataques sobre la migración y acusó a Harris de ser «marxista». Al finalizar, Trump cuestionó la imparcialidad de los moderadores del debate.
Con más de 67 millones de televidentes siguiendo el debate, su impacto en la campaña aún no está claro. Las encuestas siguen pronosticando unas elecciones extremadamente reñidas.