El historiador político Allan Lichtman, reconocido por su precisión en predicciones electorales en Estados Unidos durante más de 40 años, ha declarado que Kamala Harris será la próxima presidenta de la nación. Lichtman, conocido como el “Nostradamus de las elecciones presidenciales”, reafirmó su predicción tras el reciente debate, destacando que este evento ha fortalecido aún más las claves que anticipan una victoria para los demócratas.
En un video publicado por The New York Times, Lichtman señaló: “Kamala Harris será la próxima presidenta de Estados Unidos”. Sin embargo, advirtió que el desenlace depende de la participación ciudadana: “El resultado está en manos de los votantes, así que es esencial que todos salgan a ejercer su derecho”.
Lichtman, quien ha acertado en nueve de las últimas diez elecciones presidenciales, basa su análisis en el sistema de predicción llamado «Las Claves para la Casa Blanca», desarrollado junto al académico Vladimir Keilis-Borok en 1981. Este método evalúa 13 factores fundamentales relacionados con el desempeño del partido en el poder y el estado de la nación, lo que permite determinar las probabilidades de victoria.
Actualmente, según el experto, ocho de las 13 claves indican un triunfo para los demócratas en noviembre. Aunque hay tres claves que se inclinan a favor de los republicanos, incluso si algunas adicionales cambiaran, no serían suficientes para revertir la predicción.
El debate celebrado ayer ha sido un punto decisivo para la carrera de Harris. Según Lichtman, la actuación de Joe Biden en junio debilitó la campaña demócrata, pero la unificación del partido en torno a Harris tras el debate ha evitado una pérdida mayor de claves cruciales. “El liderazgo de Harris ha evitado que los demócratas pierdan más terreno, lo que ha sido vital para mantener la contienda abierta”, afirmó.
A medida que la campaña avanza, las encuestas nacionales indican que Harris mantiene una ventaja del 47% sobre Donald Trump, quien cuenta con un 43% de apoyo. Sin embargo, los candidatos permanecen en una cerrada competencia en estados clave como Pensilvania, Nevada y Georgia.