En un emotivo discurso, Kamala Harris, actual vicepresidenta de los Estados Unidos, subrayó el inesperado camino que la llevó a convertirse en la candidata oficial del Partido Demócrata para las próximas elecciones presidenciales. Harris comparó su recorrido con el de su madre, Shyamala Harris, una inmigrante india que, con solo 19 años, se aventuró a cruzar el mundo para seguir su sueño de convertirse en científica.
«Este camino ha sido, sin duda, inesperado, pero no es algo nuevo para mí», afirmó Harris. «Mi madre también emprendió un viaje improbable, y aunque la extraño cada día, sé que hoy está sonriendo desde arriba», añadió, recordando a su madre, quien falleció en 2009 y fue una destacada investigadora en el campo del cáncer de mama.
Harris resaltó la influencia de su madre en su vida y compartió una de las enseñanzas que más la marcaron: «Cada vez que mi hermana Maya y yo nos quejábamos de alguna injusticia, ella nos decía: ‘Hagan algo al respecto’».
El ascenso de Harris a la nominación presidencial es histórico y excepcional, ya que no participó en el tradicional proceso de primarias. Joe Biden, quien ganó las primarias demócratas sin enfrentar rivales significativos, sorprendió al anunciar su retirada de la contienda el pasado 21 de julio, tras recibir presiones internas por un desempeño insatisfactorio en un debate televisivo contra el expresidente Donald Trump. Este tipo de decisiones son extremadamente raras en la historia democrática de Estados Unidos, donde el proceso de selección de candidatos suele estar marcado por intensas primarias. Sin embargo, en esta ocasión, el Partido Demócrata decidió unirse en torno a Harris, quien aceptó oficialmente la nominación, consolidando su lugar en un momento crucial de la política estadounidense.