El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció el jueves el despido de más de 300 empleados del Ministerio de Cultura, alegando que promovían “agendas” incompatibles con la visión de su Gobierno. Según funcionarias afines y activistas críticos, estas agendas estaban relacionadas con el enfoque de género.
“Promueven agendas que no son compatibles con la visión de este gobierno. Además, ahorraremos fondos públicos en el proceso”, escribió Bukele en la red social X (anteriormente Twitter). El presidente no especificó a qué “agendas” o “visión” se refería. Sin embargo, la semana anterior, había nombrado como ministro de Cultura al exdocente Raúl Castillo, encargado de velar por los “valores” de la familia salvadoreña.
“Como lo prometí cuando usted me nombró en este cargo, mi compromiso es la protección y promoción de nuestros valores, nuestra cultura y las artes. Por ello, es impostergable la reestructuración en el Ministerio de Cultura”, declaró Castillo en la misma red social.
“Se topó con un gran muro la agenda antivalores. Los funcionarios del Gobierno del presidente Nayib Bukele tenemos bien claro el mandato de proteger la vida, la fe y la familia”, publicó en X la embajadora de El Salvador en Estados Unidos, Milena Mayorga.
La diputada oficialista Alexia Rivas aseguró, por su parte, que “El Salvador es provida, pro-familia tradicional, y la agenda 2030 no tiene cabida”, en referencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que incluyen disposiciones de igualdad de género y contra la discriminación.
Inmoral en el Teatro Nacional y la “medicina amarga”
El anuncio de Bukele ocurre diez días después de que el Ministerio de Cultura cancelara la presentación de la obra drag «Inmoral» en el Teatro Nacional. La obra, parte del Proyecto LGTBI+ Inari, fue cancelada tras su primer y único día de puesta en escena, por mostrar “contenido no apto para las familias salvadoreñas”.
Marvin Pleitez, cuyo nombre artístico es LadyDrag, denunció en X el despido de una treintena de empleados del Ministerio de Cultura, responsabilizados por la autorización inicial de la obra en el Teatro Nacional.
El 1 de junio, al asumir otros cinco años de Gobierno, Bukele pidió a la población salvadoreña tomar sin quejarse la “medicina amarga” que recetará en su segundo mandato para mejorar, entre otras cosas, la economía. “La gente eligió un camino y ese camino vamos a tomar. Medicina amarga”, agregó el presidente en su mensaje de este jueves.
El coordinador de la ONG Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES), Miguel Montenegro, advirtió que el despido masivo “es una política equivocada”, porque deja sin empleo a muchas personas y no tolera “la libertad de expresión” en aspectos de la cultura.
Aranza Santos, del Colectivo Alejandría LGBTIQ+, aseguró que esta medida es un “ataque más” contra los derechos de su comunidad. “Lo está haciendo para darle gusto a los ultraconservadores que lo están presionando”, declaró Santos a la agencia AFP. “Esto era de esperar, es una continuidad de los ataques que ya recibimos y debemos de prepararnos para más”, agregó.
En febrero de 2024, el Ministerio de Educación anunció que había retirado “todo rastro” de la perspectiva de género de los programas escolares, decisión criticada por organismos de derechos humanos, pero aplaudida por grupos conservadores.
Con información de DW.