En las elecciones presidenciales de noviembre de 2024 en Estados Unidos, el apoyo de los católicos católicos se destacó como un pilar fundamental para la victoria de Donald Trump y su compañero de fórmula, JD Vance. En un contexto donde el respaldo de los evangélicos, tradicionales fieles a los candidatos conservadores, parecían menos seguros, los católicos conservadores asumieron un papel crucial.
Los análisis de encuestas a boca de urna revelaron que los católicos apoyaron a Trump en gran medida, marcando la diferencia en estados clave. Según NBC News, el voto católico se inclinó hacia la fórmula Trump-Vance en un 58% frente al 40% para Harris-Walz, un margen que alcanzó hasta el 61% entre los católicos blancos. En estados decisivos como Michigan, Pensilvania y Wisconsin, este respaldo resultó clave para el triunfo republicano. Organizaciones como Catholic Vote resaltaron que los votantes católicos, preocupados por los temas de libertad religiosa y las políticas provida, se sintieron impulsados a votar por Trump ante lo que percibían como una amena.
Varios factores se destacaron en este viraje. En primer lugar, un sector considerable del voto católico es de origen latino, grupo que aumentó su apoyo a Trump en comparación con elecciones anteriores. En segundo lugar, los católicos provida vieron en la fórmula republicana la mejor opción para defender sus principios frente a la agenda de Kamala Harris, especialmente por su respaldo a políticas que promueven el aborto y su historial de ac.
A lo largo de su trayectoria, Harris se mostró crítica hacia organizaciones católicas y provida, lo que generó inquietud entre estos participantes. Durante su gestión como fiscal general de California y senadora, Harris impulsó controvertidas en contra de centros de embarazo medidas provida, y en su rol en el Senado cuestionó a jueces católicos por su fe, lo que llevó a líderes católicos a señalar una «animadversión» hacia su religión.
El deseo de Harris a eventos católicos, sumado a su posición en temas como el aborto y la agenda LGBTQIA+, consolidaron la desconfianza de los católicos en torno a su candidatura. La opción Trump-Vance, en cambio, fue percibida como un refugio para los valores tradicionales, motivando un respaldo sólido en ellos.