Ocho miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) perdieron el reconocimiento como gestores de paz en Colombia.
La mesa de negociaciones y diálogos de paz con el ELN fue suspendida indefinidamente el 17 de enero pasado, a raíz de las confrontaciones entre este grupo armado y el frente 33 de las disidencias de las Farc. Estos enfrentamientos han afectado principalmente a la población civil en la región del Catatumbo, Norte de Santander, que está siendo gravemente impactada por la crisis. Según cifras de la Defensoría del Pueblo, 41 personas han sido asesinadas y más de 47.000 han sido desplazas.
En días recientes, el presidente Gustavo Petro oficializó la suspensión de los diálogos de paz con el ELN a través de la resolución ejecutiva número 015 de 2025, en la que se resolvió “suspender el desarrollo de la Mesa de Diálogos de Paz entre los representantes autorizados del Gobierno Nacional y miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), por la falta de voluntad de paz de este grupo armado.
Esta decisión se tomó en respuesta a la “ofensiva militar agresiva” del ELN, que está “atentando contra la vida, integridad y dignidad de la población civil, sin respetar las normas del Derecho Internacional Humanitario”, según señala la resolución. Además, el Gobierno de Colombia retiró el reconocimiento como representantes en la mesa de negociación.
En el comunicado publicado por el Diario Oficial, el presidente Petro también anunció el retiro de la calidad de gestores de paz a varios miembros del ELN que habían sido reconocidos a través de las resoluciones 252 del 31 de octubre de 2022.
La resolución 017 de 2025 resolvió “retirar el reconocimiento como gestores de paz a Violeta Arango Ramírez, Jairo Arruigui Guenis, Claudia Patricia Rodríguez Moreno, Armando Ruíz Arroyabe, Jaime León Ramírez Mira, Ramón Emilio Montejo Ureña, Julián David López Atencio, Maryuri Alejandra Cas
Cabe resaltar que los diálogos de paz entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno de Gustavo Petro comenzaron el 21 de noviembre de 2022 en la ciudad de Caracas, Venezuela, con el propósito de lograr una resolución pacífica del conflicto armado. Sin embargo, las acciones recientes del ELN han puesto en duda la viabilidad de estos esfuerzos, generando incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones.
