Ciudad del Vaticano, 12 de junio de 2024 – En un gesto que refleja su enfoque práctico y su preocupación por la conexión con los fieles, el Papa Francisco ha instado hoy a los sacerdotes de todo el mundo a acortar sus homilías. En su discurso durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro, el Pontífice expresó que las homilías largas pueden resultar tediosas y hacer que los fieles pierdan el interés o incluso se duerman durante la misa.

"Una homilía no debería durar más de diez minutos", afirmó el Papa Francisco. "Debe ser concisa y centrada en lo esencial del mensaje del Evangelio, para que pueda ser comprendida y asimilada por todos los presentes".

El Papa subrayó la importancia de que las homilías sean claras y directas, evitando un lenguaje complejo o demasiado académico que podría desconectar a los feligreses. "La Palabra de Dios es accesible para todos, y nuestras homilías deben reflejar esa accesibilidad", añadió.

Este consejo del Papa se enmarca en su continuo esfuerzo por hacer que la Iglesia Católica sea más acogedora y cercana a las realidades cotidianas de las personas. Desde su elección en 2013, Francisco ha enfatizado repetidamente la necesidad de que la Iglesia se enfoque en la pastoral y en el servicio a la comunidad, más que en formalismos y rituales extensos.

La reacción entre los fieles ha sido variada. Muchos han recibido el anuncio con entusiasmo, agradeciendo la consideración del Papa hacia los laicos que a menudo encuentran las homilías extensas difíciles de seguir. "Es un gesto de comprensión y empatía por parte del Papa", comentó Ana Martínez, una feligresa de Madrid. "A veces, después de una larga semana de trabajo, es difícil mantener la atención en una homilía demasiado larga".

Por otro lado, algunos sacerdotes han mostrado preocupación sobre cómo condensar sus mensajes en un tiempo tan breve. Sin embargo, muchos también ven esto como una oportunidad para mejorar su comunicación y hacer sus homilías más impactantes y memorables.

En conclusión, el llamado del Papa Francisco a acortar las homilías busca revitalizar la atención y participación de los fieles durante la misa, asegurando que el mensaje del Evangelio llegue de manera efectiva y significativa a todos. Este enfoque refleja su continuo compromiso con una Iglesia más dinámica y cercana a la vida cotidiana de sus seguidores.