Bogotá, Colombia. La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) manifestó este lunes su rechazo a la decisión del Gobierno colombiano de suspender el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) para la importación de vehículos desde Brasil.
Según Fenalco, esta medida no solo afecta al sector automotor y a los consumidores, sino que también representa un retroceso significativo para la industria automotriz del país.
“En el pasado, se intentó desarrollar un mercado automotor encareciendo las importaciones, y ese enfoque no prosperó”, afirmó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
Cabal argumentó que, si la intención del Ministerio de Comercio es proteger la industria nacional debido a la balanza comercial deficitaria con Brasil, la decisión es inapropiada. Según el último informe de importaciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la balanza comercial no solo es negativa con Brasil, sino también con Argentina, México, Estados Unidos, la Unión Europea, China, Japón y otros países productores de vehículos.
El Gobierno había señalado un desequilibrio en el comercio bilateral como justificación para suspender el acuerdo enmarcado en el tratado de Mercosur de 2017, alegando que este no era conveniente.
Impacto en el sector automotriz
El Ministerio de Comercio detalló que, mientras Brasil ha alcanzado cifras récord de exportaciones de vehículos hacia Colombia, posicionándose como el principal proveedor, la venta de vehículos nacionales ha disminuido sistemáticamente, lo que llevó a GM-Colmotores a cerrar su planta.
La medida ha generado preocupación entre los concesionarios de automotores de Colombia, agrupados en Aconauto, quienes advirtieron sobre una grave afectación a marcas como Renault, Chevrolet, Volkswagen, Ford, Fiat y Toyota, entre otras.
Posible incremento en precios y afectación económica
Fenalco advirtió que, si no se llega a una negociación en el mediano plazo, el mercado podría experimentar un aumento en los precios de los vehículos, en medio de una crisis que ya dura más de 18 meses.
“En julio pasado se observó una tendencia positiva en el registro de matrículas nuevas, y esta decisión sería un golpe para las empresas que aún están en proceso de recuperación”, subrayó Cabal.
Cabal añadió que esta medida podría ser contraproducente, afectando la decisión de grandes industrias de invertir y fortalecer el mercado colombiano debido a la inestabilidad jurídica que generan estas determinaciones, lo cual es una barrera significativa para la inversión extranjera.
“No se ha determinado aún el costo de esta decisión, que seguramente impactará la economía y la generación de empleo. La industria nacional necesita fortalecer su capacidad técnica, modernizarse y mejorar el talento de su fuerza laboral. Para ello, no es necesario cerrar el mercado, sino proporcionar los estímulos necesarios para cumplir con los requerimientos específicos del mercado brasileño”, concluyó Cabal.