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Por la frágil salud del papa Francisco y ante la nueva hospitalización, desde el Vaticano vienen pensando en prepararse para hacer en un cónclave en caso de alguna eventualidad o fallecimiento. Para ello se comienzan a barajar nombres para la decanatura del Colegio Cardenalicio para convocar a los cardenales y liderar el nombramiento del sucesor del sumo pontífice, actualmente hospitalizado y con preocupación por su recuperación por sus 88 años.
En un comienzo se habla de que el papa estará hospitalizado hasta este lunes en el hospital Gemelli, de Roma, por cuenta de una bronquitis. Esto ocurrió luego de que durante los primeros días de febrero estuviera recibiendo gente en su residencia de huéspedes, la Casa Santa Marta, pese a la “fuerte gripa” que venía padeciendo. Su situación es más delicada porque cuando era joven le tuvieron que extirpar parte de uno de sus pulmones.
Ante esta situación, se repasaron las decisiones que había tomado el papa en el Colegio Cardenalicio para establecer el proceso de sucesión una vez fallezca o si hay complicaciones más graves que le impidan seguir en el cargo.
Si bien se ratificó hace un par de semanas la permanencia de Giovanni Batista Re, de 91 años, como decano de este colegio, y de Leandro Sandri, de 81, como vicedecano, ninguno de los dos podría participar en este proceso de elección, puesto que superan los 80 años, edad límite para todo el proceso relacionado con el reemplazo de la máxima autoridad religiosa.
Para convocar a todos los cardenales del mundo para la elección y llamar a las congregaciones para que se pongan en línea con este proceso, es necesario contar con un cardenal que cumpla con los requisitos y por ello, según el periódico La Nación, de Roma, suena como uno de los principales aspirantes a liderar el cónclave el cardenal Pietro Parolín, quien tiene 70 años y actualmente auspicia como secretario de Estado del Vaticano, siendo así el segundo hombre más importante después de sumo pontífice.
De acuerdo con la Santa Sede, hay 252 cardenales en todo el mundo, pero solo 138 podrán acceder al cónclave para elegir al sucesor de Francisco, teniendo en cuenta que ninguno de los integrantes de este grupo no superaría los 80 años de edad y esto les permitiría tanto votar como aspirar al cargo.
Dentro de la lista de los no electores se encuentra el italiano Giovanni Angelo Becciu, quien si bien tiene la edad para participar directamente del proceso, tuvo que renunciar a sus derechos cardenalicios en septiembre de 2020 por un proceso en su contra por malversación y abuso de funciones por unas inversiones financieras del Vaticano.
De los 252 cardenales actuales, hay 149 que fueron nombrados por Francisco, mientras que 62 llegaron de cuenta de Benedicto XVI y 41 por parte de Juan Pablo II. Para el cónclave, de los 138 que pueden votar, 110 llegaron de la mano del actual papa, 23 de mano de Benedicto XVI y solo cinco por parte de Juan Pablo II.
Así mismo, de los 138 cardenales que hoy pueden votar, a medida que avance el año irán saliendo de la lista 13 de ellos que cumplirán 80 años durante este 2025, pasando así a ser no electores.
Cabe destacar que el pasado 8 de diciembre se nombraron 21 nuevos cardenales, de los cuales 20 cuentan con la edad requerida para el cónclave, mientras que uno, el italiano Ángelo Acerbi, no lo podría hacer ya que el próximo 23 de septiembre cumplirá 100 años.
Por Sudamérica hay 27 cardenales, de los cuales 13 ya no cuentan con derecho al voto, incluyendo al colombiano Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogota, de 62 años. También hay otros dos connacionales que no tienen opción de participación: Rubén Salazar Gómez y José Enrique Jiménez Carvajal, ambos de 82 años.
En total hay 114 cardenales de Europa, 37 de Asia, 32 de Suramérica, 29 de África, 28 de América del Norte, ocho de Centroamérica y cuatro de Oceanía, de acuerdo con el registro de la Santa Sede. Todos provienen de 94 países de todo el mundo y hay nombres japoneses, de Costa de Marfil, de Indonesia y hasta de Irán, todo con el objetivo de que en caso de hacerse una nueva elección de papa, realmente haya opciones de todas las latitudes, haciendo realidad el lema de Francisco de tener una iglesia universal.