Maduro abre por primera vez la posibilidad de abandonar el poder, según funcionarios de EE. UU.: estas serían las condiciones

🔎 Contexto general

Por primera vez, fuentes vinculadas a la administración Trump indican que Nicolás Maduro estaría dispuesto a considerar una salida negociada del poder en Venezuela. No se trataría de una dimisión inmediata, sino de un acuerdo controlado que implicaría garantías y condiciones específicas para que el régimen chavista acepte ceder.

🧾 Las condiciones sobre la mesa

Entre las exigencias que Maduro o su entorno estarían planteando para evaluar una salida pacífica destacan:

  • Que EE. UU. conceda una amnistía completa para el propio Maduro y sus principales colaboradores políticos y militares.
  • Que se retiren las recompensas monetarias ofrecidas por Washington por información que conduzca a su captura o actividad delictiva.
  • Que se facilite un exilio tranquilo y seguro para el líder venezolano y su círculo más cercano, con garantías de no persecución legal inmediata.
  • Que se garantice algún tipo de transición política interna en Venezuela, donde el poder pase de forma negociada a otro actor del régimen o de su entorno, sin ruptura brusca.

⚠️ Obstáculos y realismo

  • A pesar de estas filtraciones, el gobierno de Maduro mantiene públicamente que no se irá y que su poder está firme.
  • La oposición venezolana, así como varios gobiernos internacionales, rechazan que una salida signifique impunidad o continuidad del mismo grupo en el poder.
  • Los expertos advierten que no hay un plan claro por parte de Washington para la “fase después” de Maduro: ¿quién gobernaría?, ¿cómo se organizarían elecciones libres?, ¿qué papel tendría el ejército o las fuerzas chavistas?
  • El riesgo de que la negociación se convierta en un show diplomático sin garantías reales es alto, lo que podría reforzar al régimen si percibe que gana tiempo.

🔍 Por qué este movimiento podría ser estratégico

  • Para Estados Unidos, la presión acumulada —incluyendo sanciones, acusaciones de narcotráfico contra el régimen y despliegue militar en el Caribe— busca crear incentivos para que el chavismo considere una transición estratégica.
  • Desde la lógica del régimen, aceptar condiciones así podría significar un salvavidas ante una situación interna crítica: economía deteriorada, protestas, sanciones y aislamiento internacional.
  • Pero al mismo tiempo, abrir la posibilidad de salida implica reconocer debilidad, lo que podría dividir al bloque chavista o desatar luchas internas por el control del poder.

🎯 ¿Qué podría pasar ahora?

  • Las próximas semanas podrían traer negociaciones discretas entre Caracas y Washington, probablemente mediadas por terceros países o con la participación de potencias como Catar.
  • Si el plan avanza, podríamos ver un plan de transición escalonado, en el que Maduro ceda el liderazgo pero permanezca en cierta posición simbólica o protegida.
  • Si el plan no avanza, es probable que el régimen radicalice su discurso de resistencia y EE. UU. intensifique sanciones o medidas encubiertas.
  • En el medio están los venezolanos: la opción de una salida negociada genera esperanza, pero también temor de que termine siendo un simple “truco” para mantener el poder bajo otra forma.

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