
En medio de un intenso debate, el Senado de la República aprobó en último debate la reforma laboral, una iniciativa del Gobierno nacional que, sin embargo, fue modificada gracias a acuerdos entre distintas bancadas.
El proyecto, que ahora deberá pasar por conciliación con la Cámara de Representantes, contiene puntos clave que redefinirán las condiciones laborales en el país. El presidente Gustavo Petro le solicitó al presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, mantenerse firme en las líneas rojas del Gobierno durante esta etapa decisiva.
Entre los puntos aprobados se destacan el reconocimiento de un contrato laboral con garantías para los aprendices del SENA, lo que generó divisiones: mientras algunos sectores consideraron que implicará una carga adicional para las empresas, otros defendieron el derecho al trabajo digno de los jóvenes en formación.
También se definió que la jornada laboral diurna irá hasta las 7:00 p. m. A partir de esa hora aplicarán los recargos por trabajo nocturno. Asimismo, se acordó implementar de forma progresiva el recargo dominical y festivo del 100 %: será del 80 % en 2025, del 90 % en 2026, y llegará al 100 % en 2027, como lo propuso el Gobierno.

Voceros del petrismo celebraron la aprobación, señalando avances en materia de justicia social. Por su parte, la senadora Angélica Lozano, de la Alianza Verde, indicó que lo aprobado resuelve varios de los puntos contemplados en la consulta popular impulsada por el presidente, lo que podría restarle vigencia a esa figura.
El presidente Petro, por su parte, reiteró su oposición a la contratación por horas y señaló que el empresariado debe ser estimulado a ofrecer empleos formales y con garantías.
La atención ahora se centra en la conciliación entre Senado y Cámara, paso que definirá el texto final de la reforma que marcará el rumbo de las normas laborales en Colombia.