Palabras del presidente Gustavo Petro en la posesión del ministro de Comercio, Industria y Turismo.

Estos son sus objetivos y sus retos: cómo lograr un verdadero proceso de industrialización, en mi opinión, comenzando por la agroindustria, modernizando la manufactura, incluso para exportar.

Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Carlos Reyes Hernández, su esposa Isabela y sus padres, María y Carlos; y en general a todas y todos los asistentes que nos acompañan en el día de hoy.

Hoy tenemos el primer cambio de gabinete de mediados de año. El doctor Umaña cumplió un papel decoroso y seguirá trabajando con nosotros en otros aspectos de la acción económica. Estos son los ministerios que tienen que ver con la Política Económica del Gobierno.

El comercio, como ustedes saben, es un subsidiario de la Industria, la Agricultura y el Turismo.

Los servicios aquí juegan también ese mismo papel. Luego, el núcleo central que genera riqueza en Colombia se sitúa en la producción.

La producción puede ser de bienes materiales y de materiales cada vez más. Dentro de esos bienes materiales, el papel clásico lo ha tenido la agricultura, la transformación de las materias primas, generalmente rurales, que es la industria. Su primera fase es la manufactura y después la gran maquinaria industrial que construye una especie de obrero colectivo en lugar de obreros individuales.

El turismo es una renta que viene del exterior hacia nuestro país, igual que otras, pero esta de carácter mucho más limpio que las otras.

Esto nos permite, de acuerdo con nuestro Programa de Gobierno, transformar las tecnologías de la producción y la manera como el país se ha articulado al mundo a través de tecnologías de energías limpias, es decir, de una descarbonización económica de Colombia.

La descarbonización del mundo implica la descarbonización de Colombia por una razón fundamental: nosotros estamos vendiendo principalmente carbón y petróleo.

Si el mundo se descarboniza, dejamos de vender carbón y petróleo, lo cual ya está ocurriendo en estos meses. Por tanto, reemplazar esas divisas se vuelve fundamental.

En mi opinión, el Estado no ha hecho política industrial en Colombia en las últimas décadas por una razón fundamental: creemos que el mercado por sí mismo resuelve el asunto.

Tal como dije en el Congreso de Asobancaria, eso es una falsedad, es una creencia ideológica, casi religiosa, que nos está llevando a un fuerte proceso de desindustrialización, de destrucción del agro y de especialización de la economía colombiana en tres bienes que hoy no son positivos para nada: el carbón, el petróleo y la cocaína.

Reemplazar esa matriz de producción de rentas del mundo hacia nosotros es fundamental si queremos la paz.

Por tanto, hacer que el campo produzca alimentos es fundamental. Ya vio usted la discusión última, incluso miembros de este Gobierno, de la coalición inicial de Gobierno, diciendo que no se pusieron a favor de unas normas que permitieran que los campos hoy improductivos de Colombia pudieran producir alimentos en este país.

Es el interés de los viejos terratenientes feudales por no permitir el desarrollo del mismo capitalismo colombiano, ni siquiera del capitalismo.

Tal atraso hay en esas mentalidades y tal atraso en la discusión política de Colombia.

Atraso que no había desde hace un siglo, cuando personas como el presidente Alfonso López Pumarejo, Turbay Ayala, Gabriel Turbay, y Jorge Eliécer Gaitán enarbolaron las banderas de la Reforma Agraria, porque sabían que era la antesala de un verdadero proceso de desarrollo y de bienestar social.

La industria

Ahora tenemos la industria. La industria no puede tratarse como una ONG, a través de pequeñas fundaciones de pequeños fondos que no cambian nada.

La industria implica asignar los recursos públicos y privados de una manera prioritaria, bajar sus tasas de interés, lograr regiones proclives a la industrialización, estimular la rentabilidad de transformar productos en Colombia, aumentarla, lo cual implica bajar sus costos financieros y bajar sus costos de energía eléctrica.

Bajar la energía eléctrica es una de las mejores políticas de industrialización en Colombia. Esa energía eléctrica tiene que ser limpia.

Estos son sus objetivos y sus retos: cómo lograr un verdadero proceso de industrialización, en mi opinión, comenzando por la agroindustria, modernizando la manufactura, incluso para exportar.

Me refiero a las confecciones, al cuero y a otros tipos de productos, logrando en embrión el desarrollo de industrias de bienes no materiales, es decir, de transformación de la inteligencia en creación de valor.

Prácticamente, ningún gobierno los ha abordado, pero nosotros tenemos que abordarlos: cómo se produce software en Colombia, cómo se producen audiovisuales en Colombia, cómo se genera mayor inteligencia en Colombia.

Esto implica infraestructuras físicas, indudablemente, como la energía limpia y la fibra óptica, pero implica, sobre todo, una decisión.

Finalmente, el turismo nos obliga a una gran campaña mundial para vender la belleza de Colombia en términos de visitas a nuestro país. Eso no se ha hecho en estos dos años.

La campaña está diseñada: «Colombia, País de la Belleza», pero tiene que llegar a las personas que, por una u otra razón, quisieran visitar este país, conocer este país por primera vez, y saber de Colombia para decidir un gasto que es venir a mirar la belleza de Colombia.

Estos son los objetivos de su ministerio, así que espero que le vaya bien y que podamos tener resultados concretos.

El Estado no ha hecho política industrial en las últimas décadas: presidente Gustavo Petro

“La industria no puede tratarse como una ONG, sino que se le deben otorgar recursos prioritarios y acceso al crédito”, dijo el mandatario en la posesión del nuevo ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes.

“El Estado colombiano no ha hecho política industrial en las últimas décadas», aseguró el presidente Gustavo Petro en el acto de posesión del nuevo ministro de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT), Luis Carlos Reyes Hernández, a quien le dijo que reactivar este sector será la prioridad al frente de esa cartera.

En su intervención, el mandatario reiteró que la transición tecnológica del país pasa por la descarbonización de la economía. Por tanto, es necesario reactivar otros sectores como la agricultura, la industria y el turismo.

La agricultura creció al 9,3% en el último año, “una cifra espectacular», dijo, y el turismo ha crecido un 20% y ahora un 7.3% en turistas internacionales. “Esos son dos grandes éxitos. La industria, al contrario, tiene números rojos», aseguró.

Según el Presidente, “la industria no puede tratarse como una ONG a través de pequeñas fundaciones, de pequeños fondos, que no cambian nada».

“La industria implica asignar los recursos públicos y privados de una manera prioritaria, bajar sus tasas de interés, lograr regiones proclives a la industrialización, estimular la rentabilidad, transformar productos en Colombia, y eso implica bajar sus costos financieros y bajar los costos de energía eléctrica, que es una de las mejores políticas de industrialización, pero tiene que ser energía eléctrica limpia», explicó.

Agregó que estos son los principales objetivos y retos del nuevo MinCIT, quien tiene que definir “cómo lograr un verdadero proceso de industrialización que, en mi opinión, comenzando por la agroindustria, modernizando la manufactura para exportar confecciones, cuero y otros productos».

El mandatario dijo que en los dos años que restan de su administración hay que lograr “un embrión de industrialización, porque no tenemos tiempo para más», y para ello “se necesita el desarrollo de industrias de bienes no materiales, la transformación de la inteligencia en creación de valor. Estos puntos ningún Gobierno los ha abordado, nosotros tenemos que abordarlos: cómo se produce software en Colombia, cómo se producen audiovisuales, cómo se genera mayor inteligencia en Colombia. Eso implica infraestructuras físicas, energía limpia, fibra óptica, pero implica sobre todo decisión».

El Presidente le encargó al ministro Reyes Hernández exportar más agricultura, agroindustria “y exportar industrias, que es donde más tenemos por hacer, y sustituir las divisas del carbón y el petróleo si el turismo internacional crece en Colombia. Estas son parte de sus nuevas responsabilidades», señaló.

Aseguró el jefe de Estado que reemplazar esa matriz de producción es fundamental para la paz, y hacer que el campo produzca alimentos es fundamental, y que es necesario implementar la estrategia «Colombia, País de la Belleza» para que llegue a más turistas extranjeros.

“Ya vio usted la discusión última, incluso miembros de este Gobierno, de la coalición inicial de Gobierno, que no permitieron que los campos hoy improductivos de Colombia pudieran producir alimentos. Es el interés de los viejos terratenientes feudales por no permitir el desarrollo del mismo capitalismo colombiano», afirmó.

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