Gobierno de Bukele asume pago de electricidad y agua: Una medida que contrasta con políticas regionales

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció que su Gobierno asumirá el costo del consumo de agua y energía eléctrica correspondiente al mes de diciembre de 2024, beneficiando al 95 % de los hogares salvadoreños. Según el mandatario, esta medida busca aliviar la economía de las familias en enero, un mes que calificó como «el más duro del año».

En una conferencia de prensa, Bukele detalló que la iniciativa alcanzará a 1.800.000 hogares, cubriendo el 100 % de los recibos con un límite de consumo de hasta 80 dólares para energía eléctrica y 30 dólares para agua potable, incluyendo impuestos municipales. Sin embargo, no especificó el costo total que representará esta acción ni el origen de los recursos para financiarla.

El contexto económico salvadoreño refleja un cambio en las prioridades ciudadanas. De acuerdo con una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), realizada a finales de 2023, el 32,8 % de la población considera la economía como el principal problema del país, superando a la delincuencia, que anteriormente ocupaba el primer lugar en las preocupaciones de los salvadoreños. Además, el desempleo afecta al 17,3 % de la población.

Bukele, quien inició su segundo mandato consecutivo en junio de 2024 pese a restricciones constitucionales, ha señalado que busca «sanar» la economía tras lo que describió como una victoria sobre el «cáncer» de las pandillas.

Comparativa regional

El enfoque de Bukele en subsidiar servicios básicos contrasta con las estrategias de otros países de la región:

  • Colombia: Aunque no se han implementado subsidios directos al consumo de agua y electricidad a nivel nacional, existen tarifas diferenciales para los sectores más vulnerables. En 2023, el Gobierno colombiano amplió los programas sociales como «Ingreso Solidario», que ofrece transferencias monetarias para apoyar a las familias de bajos ingresos.
  • Argentina: En un contexto de alta inflación, el Gobierno argentino aplica subsidios al consumo energético, aunque ha iniciado una reducción gradual para ciertos segmentos de la población con mayores ingresos, como parte de un programa de ajuste económico acordado con el FMI.
  • República Dominicana: En este país caribeño, los programas de subsidio están enfocados principalmente en el sector eléctrico a través de iniciativas como «Bonoluz», que busca ayudar a las familias de menores recursos a costear su consumo de electricidad.
  • México: El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha mantenido programas sociales masivos, como «Bienestar», que incluyen ayudas económicas a diversos sectores de la población. Sin embargo, el subsidio directo al agua y la electricidad es limitado y depende de cada estado.

Mientras tanto, economistas en El Salvador han expresado preocupación sobre la sostenibilidad de esta medida si los recursos provienen de deuda pública, dado que el país ya enfrenta altos niveles de endeudamiento.

Con estas iniciativas, Bukele refuerza su narrativa de cercanía con el pueblo, aunque la falta de claridad sobre el impacto fiscal genera dudas sobre su viabilidad a largo plazo.

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