Fisioterapeutas expertos advierten que permanecer solo sentado o parado durante toda la jornada laboral puede dañar la salud. La clave está en alternar, moverse y prestar atención a las señales del cuerpo.
¿Sentado o de pie? No hay una postura perfecta
Fisioterapeutas coinciden en algo crucial: ni estar todo el día sentado ni permanecer de pie sin parar es lo más saludable. Ambas posturas pueden generar molestias físicas y riesgos a largo plazo si se mantienen por muchas horas sin interrupciones.

Los riesgos de estar sentado por demasiado tiempo
Cuando alguien pasa muchas horas sentado, pueden aparecer consecuencias en la salud. El sedentarismo prolongado está asociado con un mayor riesgo cardiovascular, problemas metabólicos, tensión en la columna y rigidez muscular.
El “error” de estar de pie todo el día
Quedarse parado también tiene consecuencias. Aunque mantenerse erguido puede ayudar a gastar un poco más de energía, puede provocar fatiga en las piernas, dolor lumbar, hinchazón y hasta tensión circulatoria. Pasar demasiadas horas de pie puede sobrecargar articulaciones y vasos sanguíneos si no se descansa.
El consejo de los fisioterapeutas: alternar y moverse
Lo más recomendado por los especialistas es combinar ambas posturas: trabajar algunos minutos sentado, luego pararse, y también moverse. No se trata de permanecer rígido en una sola posición, sino de cambiar seguido.
Idealmente, se sugiere alternar cada media hora entre trabajar sentado y de pie. Y, además, incluir pausas cortas para caminar o estirar el cuerpo, con el fin de aliviar la tensión muscular y mejorar la circulación.

Herramientas útiles para lograr ese equilibrio
- Mesas ajustables (“sit-stand”): permiten cambiar la altura y alternar posturas fácilmente.
- Tapetes antifatiga: reducen la incomodidad al estar de pie.
- Descansos activados: pausas regulares para moverse, estirar o caminar un poco.

En fin
No existe una única postura que sea la mejor durante toda la jornada laboral. Para cuidar el cuerpo, lo más saludable es escuchar lo que este pide: alternar, moverse con frecuencia y evitar los extremos. Adoptar un estilo de trabajo dinámico puede marcar una gran diferencia para la salud a largo plazo.