Fotos Mauricio Dueñas Castañeda EFE.
Gobierno nacional logra un acuerdo histórico con las comunidades indígenas emberá para su regreso al territorio ancestral
En un esfuerzo coordinado entre el Gobierno Nacional y las comunidades indígenas emberá, se ha puesto en marcha el plan de retorno para los 700 emberá que, durante más de 10 meses, estuvieron asentados en el Parque Nacional de Bogotá. Este acuerdo marca un avance significativo en la restitución de tierras ancestrales y en la superación de la situación de vulnerabilidad que ha afectado a esta población.
La Unidad para las Víctimas confirmó que la primera fase del plan comenzó el 5 de septiembre, con el alistamiento de las familias. El 6 de septiembre, en una ceremonia simbólica, los emberá iniciaron su traslado hacia soluciones habitacionales temporales, en un proceso que busca restaurar su arraigo territorial y cultural.
El plan, que cuenta con el respaldo de diversas entidades gubernamentales, contempla el retorno de las familias a regiones clave de Risaralda y Chocó, entre ellas, las comunidades de Cascajero, Oscordó, Las Torres y Arenales. Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, destacó el esfuerzo colectivo realizado: “Es una extraordinaria noticia para el país. Hemos trabajado arduamente para garantizar condiciones de vida digna que permitan el retorno y la reubicación”.
Un retorno con acompañamiento estatal
El proceso de retorno se llevará a cabo en tres fases, con la participación de entidades distritales y nacionales. La primera fase trasladará a 58 familias a localidades del municipio de Pueblo Rico, mientras que las fases posteriores reubicarán a más de 200 familias en comunidades tradicionales emberá.
Además del apoyo logístico, las familias recibirán asistencia económica para facilitar su transición. Según explicó la Secretaría de Integración Social, esta medida se enmarca dentro de una estrategia más amplia de retorno, reubicación o integración local, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad y promover la estabilidad en el territorio.
Fotos Mauricio Dueñas Castañeda EFE.
Un regreso cargado de significado
El retorno a las tierras ancestrales representa no solo un acto de justicia histórica, sino también un hito para la preservación cultural de esta comunidad indígena. Los emberá han sido desplazados repetidamente desde la década de 1970 debido al conflicto armado, viéndose forzados a migrar en busca de seguridad. La falta de garantías durante años prolongó su presencia en Bogotá, hasta que este acuerdo permitió concretar su retorno.
Martín Siágama, alcalde de Pueblo Rico, destacó la importancia de este proceso: “Este retorno es fundamental para el restablecimiento de nuestra comunidad en el territorio. Estamos comprometidos a acompañar a las familias en su reintegración”.
Este retorno no solo marca el fin de una etapa de desplazamiento forzado para los emberá, sino que también simboliza el inicio de un nuevo capítulo para la protección de los derechos territoriales de las comunidades indígenas en Colombia.