Aunque es una enfermedad de la piel relativamente común, el vitíligo sigue siendo uno de los trastornos menos conocidos y comprendidos tanto por el público en general como por la profesión médica.
Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), el vitíligo afecta entre el 0,5% y el 1,0% de la población mundial. Sin embargo, algunos investigadores estiman que la condición podría afectar hasta el 1,5% de la población, ya que muchos casos pueden no ser reportados.
Este trastorno provoca que la piel, y en ocasiones el cabello, pierdan su pigmentación y se vuelvan blancas. Aunque es más notorio en personas de piel oscura, su frecuencia es similar en todos los grupos étnicos. Importante destacar que el vitíligo no es una infección y no puede contagiarse.
No obstante, el vitíligo causa gran preocupación y angustia a quienes lo padecen. La periodista venezolana Ariana Agreda, quien nació con esta enfermedad, es una ferviente promotora de la aceptación e inclusión a través de su campaña en redes sociales.
En su cuenta de Instagram, Agreda ha compartido sus experiencias y las reacciones de otras personas al ver su piel. «He escuchado decir: ‘Si me salen esas manchas blancas, me muero’, pero también he oído el deseo de personas que quisieran tener la piel blanca antes que la enfermedad que les fue diagnosticada», comenta.
Para muchos, el vitíligo sigue siendo una rareza. «A donde quiera que vaya, tengo ojos encima de mí, susurros que escucho a lo lejos y personas que se acercan con ‘tratamientos milagrosos'», relata Agreda.
A medida que más voces como la de Ariana Agreda se alcen, la visibilidad y comprensión del vitíligo aumentarán, impulsando un mensaje de aceptación e inclusión en la sociedad.