
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, emitió un comunicado en el que rechazó enérgicamente las recientes declaraciones de Donald Trump, realizadas durante su primer discurso como presidente de los Estados Unidos. En su alocución, Trump había afirmado que “China está operando el Canal de Panamá y nosotros no se lo dimos a China, se lo dimos a Panamá”, añadiendo que “hemos sido muy maltratados con este regalo [el Canal] que nunca debió ser otorgado” y que “la promesa que nos hizo Panana no se ha cumplido.
En respuesta a esas afirmaciones, Mulino subrayó que eran completamente incorrectas y expresó su firme rechazo. “En nombre de la República de Panamá y su pueblo, debo rechazar de manera categórica las palabras del presidente Donald Trump relativas a Panamá y su Canal, expresadas en su discurso inaugural. Reitero lo manifestado en mi mensaje a la Nación, el pasado 22 de diciembre: el Canal de Panamá es y seguirá siendo de Panamá, y su administración a estado bajo control panameño, respetando su neutralidad permanente”, destacó el mandatario panameño.
Mulino recordó que la soberanía de Panamá sobre el Canal no es el resultado de una concesión, sino de un largo proceso histórico que culminó con la firma del Tratado Torrijos-Carter en 1977, que sentó las bases para la transferencia de la administración del Canal a Panamá en 1999. Desde entonces, el país ha sido responsable de su manejo y expansión, lo cual ha permitido que la vía interoceánica continúe operando con éxito, beneficiando al comercio mundial y su comercio, incluyendo a los Estados Unidos”, agregó Mulino en su declaración.
“El Canal no fue una concesión de nadie. Fue el resultado de luchas generacionales que culminaron en 1999 con el Tratado Torrijos-Carter, y desde entonces hasta la fecha, por 25 años, hemos administrado el Canal con responsabilidad y compromiso. Esta administración ha sido ininterrumpida y nos ha permitido expandir la infraestructura de la vía para el beneficio del comercio mundial, incluyendo a los Estados Unidos”, agregó Mulino, reiterando que la relación con el país norteamericano sigue siendo de cooperación mutua.

Repercusiones en las relaciones políticas entre Estados Unidos y Panamá
Las declaraciones del presidente Trump podrían tener repercusiones significativas en las relaciones políticas entre Estados Unidos y Panamá. Si bien ambos países han mantenido históricamente una relación de cooperación, especialmente en temas comerciales y de seguridad, el comentario de Trump sobre el Canal de Panamá introduce un tono de desconfianza y cuestionamiento.
El Canal de Panamá, como un bien estratégico para el comercio mundial, ha sido durante décadas un tema sensible en la diplomacia internacional. Tras su transferencia de soberanía en 1999, Panamá ha demostrado una notable capacidad para administrar esta infraestructura de manera eficiente, beneficiando a países de todo el mundo, incluidos los Estados Unidos. Sin embargo, las afirmaciones de Trump podrían ser vistas como una forma de menospreciar los esfuerzos panameños y la importancia de su soberanía, lo que podría generar tensiones diplomáticas.
Además, el comentario sobre la presencia de China en el Canal de Panamá podría implicar un enfoque geopolítico más amplio, reflejando las preocupaciones de los Estados Unidos respecto a la influencia de China en la región. Panamá, al haber establecido relaciones diplomáticas con China en 2017, ha sido objeto de críticas por parte de algunos sectores en los Estados Unidos, que perciben esta relación como un desafío a su influencia en la Región.
Este tipo de declaraciones podría tensar aún más las relaciones, obligando a Panamá a reafirmar su independencia política y su papel como un socio estratégico en la región. A pesar de esto, la posición de Mulino en defensa de la soberanía del Canal y la neutralidad permanente de la vía marítima, demuestra que Panamá no está dispuesta a ceder ante presiones externas y continuar buscando su propio camino.
En definitiva, las palabras de Trump no solo han provocado una respuesta firme de Panamá, sino que también podrían marcar un punto de inflexión en las relaciones entre ambos países, particularmente en lo que respeta a la gestión del Canal de Panamá y el futuro de la cooperación entre ambas naciones.