- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 750 millones de personas en todo el mundo padecen trastornos de la tiroides, y el cáncer de tiroides ha emergido como una de las enfermedades oncológicas de mayor incremento en los últimos años.
- Expertos indican que el cáncer de tiroides ha mostrado un aumento notable en la tasa de diagnóstico en los últimos años, convirtiéndose en una de las enfermedades oncológicas de mayor crecimiento.
- En conmemoración al Día Mundial del Cáncer de Tiroides, La Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo resalta la importancia de la detección temprana para mejorar las tasas de supervivencia, la prevención y el tratamiento oportuno.
Colombia, septiembre del 2024. En el marco del Día Mundial del Cáncer de Tiroides, la Asociación Colombiana de Endocrinología, diabetes y Metabolismo – ACE – alerta sobre el impacto de esta enfermedad, cuyo diagnóstico ha ido en aumento en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos de la tiroides afectan a más de 750 millones de personas en todo el mundo, y el cáncer de tiroides se ha convertido en una de las enfermedades oncológicas de mayor crecimiento en los últimos años.
El cáncer de tiroides, aunque poco común en comparación con otros tipos de cáncer, ha evidenciado un incremento significativo en las consultas que reciben los especialistas. Si bien la complicación que se presenta con mayor frecuencia en el mundo es el hipotiroidismo – afectando a cerca del 10% de la población – seguida por el hipertiroidismo – con cerca del 2% de la población – el cáncer es una de las enfermedades de mayor impacto en la salud pública de los países.
“A pesar del aumento en la incidencia del cáncer de tiroides, seguimos enfrentando desafíos significativos debido al desconocimiento general sobre los síntomas y la falta de conciencia. Muchos casos se diagnostican en etapas avanzadas porque los signos tempranos, como nódulos en el cuello, a menudo son pasados por alto. Debemos intensificar nuestras campañas de educación y prevención para abordar este problema. Aunque el cáncer de tiroides en sus etapas tempranas generalmente no presenta síntomas, es importante estar atentos a la aparición de nódulos o masas en la zona del cuello, entre la ‘manzana de Adán’ y el esternón, así como a cambios inexplicables en la voz (disfonía) o dificultades para tragar alimentos,” explicó el doctor Luis Felipe Fierro, coordinador de la unidad de endocrinología oncológica del Instituto Nacional de Cancerología y secretario general de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo.
A pesar de que este cáncer se caracteriza por ser asintomático, la detección temprana es fundamental para mejorar las tasas de supervivencia, evidenciando un alto índice de curación cuando es tratado a tiempo. Generalmente la enfermedad se manifiesta con la aparición de nódulos en el cuello y en etapas avanzadas puede causar cambios en la voz, dificultad para tragar los alimentos y otras complicaciones derivadas de su propagación.
Algunos de los factores de riesgo del cáncer de tiroides se encuentran la exposición a radiación, especialmente durante la infancia, antecedentes familiares de la enfermedad y ciertas mutaciones genéticas. Aunque en muchos casos la causa no es clara, las autoridades insisten en la importancia de prestar atención a los síntomas y realizar chequeos regulares con los médicos de cabecera y especialistas en endocrinología.
Las complicaciones del cáncer de tiroides incluyen la diseminación del tumor a otras partes del cuerpo, como los ganglios linfáticos, pulmones, huesos y el cerebro, lo que puede complicar el tratamiento y reducir la esperanza de vida del paciente. A pesar de esto, los casos detectados a tiempo pueden tratarse con éxito, convirtiendo a este tipo de cáncer en uno de los que mejores tasas de supervivencia tiene.
En Colombia, el diagnóstico de los trastornos tiroideos se ha facilitado gracias a la mayor disponibilidad de innovaciones y equipos tecnológicos, tales como ecografías y biopsias, procedimientos recomendados para identificar nódulos sospechosos. Si se confirma un diagnóstico de cáncer, los tratamientos más comunes incluyen la cirugía, para remover la glándula tiroides, terapia con yodo radiactivo y, en algunos casos, tratamiento hormonal.
“En las grandes ciudades, donde hay mejor acceso a ecografías y especialistas capacitados para realizar biopsias de nódulos y masas en la tiroides, hemos observado un aumento en el número de casos detectados en etapas tempranas. Este avance ha llevado a hablar de sobre el diagnóstico en cánceres menores de 1 cm, que a menudo tienen un curso lento y no requieren tratamientos invasivos sin afectar la supervivencia de los pacientes. Sin embargo, a pesar de estos avances tecnológicos y las opciones de tratamiento disponibles, es crucial que sigamos enfatizando la importancia de la detección temprana y el acceso a una atención médica especializada. Solo con un diagnóstico oportuno y un enfoque integral en el tratamiento podemos asegurar la mejor calidad de vida para nuestros pacientes y reducir el impacto del cáncer de tiroides en nuestra sociedad,” comentó el doctor Luis Felipe Fierro, coordinador de la unidad de endocrinología oncológica del Instituto Nacional de Cancerología y secretario general de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo.
Las autoridades en salud son enfáticas en que el acceso oportuno a estos tratamientos es clave para garantizar la recuperación de los pacientes, y ha instado a la población a no subestimar los posibles signos de la enfermedad, especialmente en mujeres mayores de 40 años, quienes son más propensas a padecer trastornos tiroideos.
Con motivo de esta conmemoración, la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo invita a la población a ser más consciente sobre los riesgos de este cáncer silencioso y asintomático. Las revisiones periódicas son necesarias para su pronta detección, evitando la progresión de la enfermedad, permitiendo su abordaje multidisciplinario y favoreciendo la salud y calidad de vida de quien lo padece.