En un hallazgo arqueológico sin precedentes, una placa de cobre incrustada en un húmero humano ha sido descubierta en Suecia, datando del periodo medieval entre 1260 y 1527. Este notable descubrimiento ofrece una nueva perspectiva sobre las avanzadas prácticas médicas de la época.
La placa, insertada tras una intervención quirúrgica, evidencia una sorprendente comprensión de la medicina y la higiene medieval. Utilizada por sus propiedades antimicrobianas y antivirales, la placa de cobre habría servido para prevenir infecciones y promover una curación eficiente.
El crecimiento continuado del hueso alrededor de la placa sugiere que la operación fue un éxito, indicando el uso de técnicas médicas sofisticadas. Este hallazgo no solo desafía la percepción de la medicina medieval como primitiva, sino que también subraya la capacidad de las antiguas culturas para aplicar conocimientos avanzados en el cuidado de la salud.
Este descubrimiento promete redefinir nuestra comprensión de la historia médica y resaltar el ingenio de los médicos medievales en el manejo de intervenciones quirúrgicas.
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